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Lecturas

10 feb 2017

Mi opinión sobre rayar los libros ¿Esta bien?


¡Hola mis queridos amantes del olor a libro nuevo y café!
Tengo un par de cosas casi listas que se suponían que iban a ser mis nuevas entradas, pero hoy me ha ocurrido algo que necesitaba contarles y darle mi opinión al respecto.

Resulta que hoy una de mis amigas rayo por primera vez uno de sus libros, Persona Normal de Benito Taibo para ser exactos. Y me siento muy feliz de poderles decir que yo fui no solo la que le presto el resaltador, sino la que la terminó de convencer.
Sé que muchos lectores no rayan sus libros, en algún punto de mi vida yo tampoco rayaba mis libros, pensaba que eran algo que debía mantenerse como nuevo, pero con el tiempo fui comprendiendo que cada marca que iba dejando en mis libros, fueran intencionales o no, eran un pedacito de mi esencia, un recuerdo de la yo de ese momento y una forma de hacer a ese libro único y propio.
Sé que eso último sonó algo profundo, pero déjenme explicarles por qué pienso que rayar un libro significa todo eso…  
Empecemos por lo simple, por qué creo que un libro se vuelve único al ser rayado.
Es normal para nosotros los lectores sentir cierta aversión no solo a rayar los libros, sino también a los libros rayados. Creo que todos coincidimos en el hecho de que es más “sensual” un libro que se conserve como nuevo a uno lleno de post its, con frases subrayadas con resaltador, bolígrafo o lápiz, con anotaciones o con el lomo desgastado, más he ahí la cuestión, un libro que siempre este como nuevo puedes encontrarlo en cualquier librería, un libro rayado por ti solo lo podrás encontrar en tu librero.  
Al rayar tus libros, haces que estos dejen de ser uno más del montón y se vuelvan únicos por ser tuyos, por contener un pedacito de ti, y digo esto porque creo que al rayar los libros dejamos en ellos un pedacito de nosotros, un pedacito intimo que les da calidez a nuestros libros.   
Y si, a pesar de que los libros que se ven como nuevos son más “sensuales”, los considero fríos, ya que no poseen ese pedacito de calidez que le debió haber dejado su dueño a leerlo por primera vez. También creo que esos libros han perdido la oportunidad de ser el registro de uno de los yo del lector.
Si, los lectores posemos diferentes yo, o, mejor dicho, dejamos diferentes yo en cada libro que rayamos.
Los humanos somos seres que estamos en constante cambio, todos los días las personas son ligeramente diferentes, debido a esto, nuestra opinión sobre un libro varia cada vez que lo leemos, puesto que, de cierta forma, ya no somos la misma persona que leyó ese libro hace un tiempo, somos alguien ligeramente diferente. Y es por eso que, al rayar un libro, dejamos un registro del yo de ese momento.
Les pongo un ejemplo para que entiendan. Leí Orgullo y Prejuicio por primera vez cuando tenía unos 15 o 16 años, si lo sé, un poco tarde, primero fui fan de la película y luego del libro, ya que este me intimidaba, pero eso es otra historia… A pesar de que lo ame, cuando lo leí por primera vez subraye (en la edición de mi hermana) muchas frases que en este momento no significan nada para mí, más significaron algo, y al releer esas frases, estas de cierta forma me evocan sentimientos, recuerdos y uno que otro chiste interno de la Gab de 15 años.
Con esta entrada no trato de que todos empiecen a rayar sus libros, puesto que sé que no todos nos sentimos preparados a la misma edad para rayar un libro, ya que empezar a rayar tus libros es una decisión importante y muy personal en la vida de un lector.
No juzgo a las personas que todavía no rayan sus libros, simplemente creo que todavía no les ha llegado ese libro lo suficientemente especial como para conservar un pedacito de su esencia.  

Bueno, eso es todo, lo que quería decirles.
No sé si esta será una entrada con poca coherencia, pero esto es lo que opino sobre rayar los libros (siéntanse libres de decirme en los comentarios que mi entrada es un montón de estupideces sin sentido)
¡Cuéntenme en los comentarios si rayan o no sus libros!
¡Un abrazo muy grande con olor a café!
Bye bye