Feyre
ha regresado a la Corte Primavera, decidida a recopilar información sobre las
maniobras de Tamlin y el rey invasor que amenaza con poner a Prythian de
rodillas. Pero para hacerlo debe jugar un juego mortal de engaño, y un desliz
puede significar una condena no sólo para Feyre, sino también para su mundo. A
medida que la guerra se apodera de todos ellos, Feyre debe decidir en quién
confiar entre los deslumbrantes y letales High Lords y buscar a aliados en
lugares inesperados.
Creo
que está de más decir que esta reseña tiene spoilers de ACOTAR y ACOMAF, así
que si no has leído los dos primeros libros de la trilogía, te recomiendo que
dejes de leer y vuelvas cuando los hayas leído… Pero si ya leíste ACOTAR y
ACOMAF sigue leyendo que esta reseña es libre de spoiler de ACOWAR.
Y
luego de un libro tan increíble como lo es ACOMAF nos llega… Una corte de
Decepción y sexo injustificado o mejor conocido como Una corte de Alas y
Ruinas.
Ya
desde hace unas entradas para acá les he mencionado mi disgusto/desagrado por
esta tercera parte de la saga, la cual a mi parecer no le llega ni a los
talones a su predecesora, de hecho, para mi es el peor libro de la saga (por
ahora).
La
historia empieza muy bien, para luego irse en pica, con argumentos
inexplicables, sexo injustificado, jugando a lo seguro, giros en la trama que
no eran necesarios, un secreto sobre cierto personaje que no tiene pies ni
cabeza y muchas otras cosas que no me terminan de convencer.
Es
gracioso que lo que más me gusto del libro, fuera lo que menos le gusto a las
personas que si les gusto ACOWAR, es decir toda la primera parte en la que
Feyre está en la corte de primavera.
Durante
la primera parte podemos ver una nueva faceta de Feyre que me gustó mucho y de
cierta forma me recordó un poco a como Rhysand suele hacer las cosas. Es cierto
que esta es la parte más tranquila del todo el libro, pero creo a veces no se
necesita tanta acción para hacer interesante
una historia.
Cuando
caemos en la segunda parte empieza la decadencia. Se nota MUCHO que Sarah J.
Maas escribió capítulos de relleno, muchos capítulos de relleno, sin sentido
que son aburridísimos solamente para que el libro fuera más gordito. En estos
capítulos de relleno entra el sexo sin sentido del que tanto me quejo.
Ya
había escuchado que Sarah J. Maas no sabe escribir erótica, que siempre que lo
hace resultan ser escenas un tanto incomodas de leer, pero yo en los dos
primeros libros de la saga no me di cuenta, pero en este tercer libro ¡Dios! En
este tercer libro me tenía que saltar partes porque ya no quería seguir
leyendo.
Lo
peor de todo es que llega una parte a eso de la mitad del libro cuya estructura
es algo así: capítulo de relleno donde no hacen nada, capítulo de relleno donde
Feyre y Rhysand tienen sexo, capítulo de relleno donde no hacen nada y miran el
cielo, capítulo de relleno donde Feyre y Rhysand tienen sexo en una habitación
diferente, capítulo de relleno donde no hacen nada y se sacan los mocos,
capítulo de relleno donde Feyre y Rhysand tienen sexo en el bosque…. Y así
sucesivamente como por diez o doce capítulos.
Pero
lo que más me molesta es que en todo momento Sarah J. Maas jugó a lo seguro, no
tomo riesgos por temor a herir los sentimientos de sus lectores, incluso su
“gran riesgo” no resulta creíble y a la vez está repitiendo algo del primer
libro que a estas alturas para lo único que resulta es para que puedas decir:
¡Oh que fácil es tal cosa!
No
estoy diciendo que la autora debía matar a un montón de personajes para que yo
me sintiera satisfecha, pero si estamos en guerra, por lo menos debió haber tomado decisiones un
poco más fuertes.
Y
antes de que vengan las personas que ya leyeron el libro y digan algo. Si,
algunos personajes resultan gravemente heridos, pero en ningún momento me creí
que de verdad estuvieran en un peligro mortal, ya que me di cuenta desde el
segundo libro que Sarah J. Maas que no toma muchos riesgos, por lo que siempre
crea una red de seguridad para los personajes principales.
No
voy a hablar de ninguno de principales porque no tuvieron evolución alguna, o
al menos ninguna sorprendente o importante para su personaje. Voy a hablarles del primer personaje LGBT de Sarah
J. Maas.
Por
lo que tengo entendido, la autora no había escrito nunca un personaje de la comunidad LGBT, pero en esta novela
decidió introducirnos a unos cuantos, cosa que no molesta, ya que a casi todos
les dio un buen desarrollo y los trato como a cualquier otro personaje.
Lo
que me molesto a mí fue que a un personaje que ya nos había introducido en las
anteriores novelas, le inventa un pasado trágico e historias de amor con
personajes de su mismo sexo, le crea complejos e inseguridades que no me
convencen del todo y como cereza del pastel hay una conversación que… No… Yo la
eliminaría del libro.
Fue
algo SUPER INNECESARIO el cambio de este personaje, porque no se siente
orgánico, más bien es algo completamente forzado que no tiene ningún sentido y
a mi parecer fue una decisión que ocurrió de último momento durante la edición
del libro, solamente para darle algo de… No sé de qué porque toda la situación con
ese personaje no me gusto para nada.
Es
difícil decir en voz alta que un libro que te mantuvo enganchada, que se metió
tan dentro de ti que hasta soñabas con él y cada segundo en el que no estabas
leyendo, estabas pensando en lo que iba a ocurrir, sea malo. Pero es que así es,
ACOWAR es adictivo, súper adictivo, pero con una historia que no le llega ni a
los talones a sus antecesoras.
Ya leíste ACOWAR? Que te ha parecido?
Como crees que va a continuar la historia?
¡Cuéntamelo en los comentarios!
¡Un abrazo muy grande con olor a café!
Bye bye
¡Un abrazo muy grande con olor a café!
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