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29 may 2016

Buscando a Alaska ~ John Green

“Voy en busca de un gran quizá”. Miles se sienten fascinado por estas últimas palabras del escritor François Rabelais. Aburrido de su monótona existencia, inicia su propia búsqueda y se muda a Alabama para terminar la preparatoria en el internado Culver Creek. Ahí, su recién descubierta libertad y sus nuevos amigos, Chip, Takumi y Alaska, lo lanzan de lleno a la vida. Tiene experiencias nuevas y cada vez está más interesado en la enigmática e impredecible Alaska. Sin embargo, una inesperada enseñanza le mostrara la cara negra del Gran Quizá, mientras reverberan en el otras últimas palabras que lo llenan de incertidumbre, las de Simón Bolívar, "¿Cómo voy a salir de este laberinto?".








En octubre del año pasado mi mejor amigo me prestó Buscando a Alaska, él supuso que amaría este libro, en realidad él supone que amaré todos los libros de John Green (no sé en qué momento mi mejor amigo se volvió un fanboy de Green). Desde entonces Buscando a Alaska había estado en mi estantería esperando pacientemente a que le dedicara una mirada, cosa que no ocurría porque los libros de Green no me han gustado; Bajo la misma estrella paso sin pena ni gloria por mi vida y ciudades de papel fue mi segunda peor lectura del año pasado.  En enero cometí el pequeño error de comentarle a una de mis amigas (Otra fangirl de Green) que tenía el libro en mi poder; desde que las palabras salieron de mis labios, ella junto con mi mejor amigo empezaron a molestarme para que lo leyera.
Ya harta de que prácticamente todos los días me comentaran las “cualidades mágicas” del libro, decidí leerlo este mes de abril. Durante las primeras 112 páginas (lo cual es casi la mitad del libro) me pareció más de lo mismo, otra típica historia de Green que poseía una reflexión interesante y a la vez funciona muy bien como somnífero, incluso mientras lo leía sentía que estaba leyendo otra versión de ciudades de papel, en mi cabeza Miles era Nat Wolff con cabellera dorada y  Alaska era Cara Delevingne con ojos verdes y cabello oscuro.
Pero entonces cuando creía que Buscando a Alaska no tiene salvación, la trama da un… No es exactamente un giro, más es algo que hace que la historia se vuelva interesante y te atrape. El problema fue que no pude dejarme atrapar completamente porque únicamente leía mientras iba en el transporte público, más esto solo ocasiono que me mantuviera pensando  en lo que me esperaba la próxima vez que me montara en el autobús.  Sé que con esto último parece que ame el libro, cosa que no fue así, aunque si tuviera que escoger el mejor libro de John Green escogería este. 
Mi problema con el autor, radica en que, sus historias no logran engancharme y me cuesta una barbaridad terminarlas, más creo que plantean espléndidamente de una forma  metafórica las relaciones que podemos llegar a encontrar a lo largo de nuestra vida ¡OJO! Dije de forma metafórica, no quiero decir que vamos a experimentar explícitamente las  relaciones que se plantean en el libro. Hay muchas frases que me gustaron, frases con las que me pude identificar o que me hicieron pensar sobre la vida y el amor, creo que esto es lo mejor de los libros de Green, que están cargados de hermosas frases. 





Como ya dije los protagonistas de Buscando a Alaska se parecen mucho a los protagonistas de Ciudades de papel, la forma en la que Miles idealiza a Alaska es extremadamente similar a la forma en la que Quentin lo hace con Margo, Alaska prácticamente es descrita como una Margo sin tendencias a desaparecer. Incluso las conclusiones finales a las que llegan Miles y Quentin sobre las protagonistas femeninas se asemejan de cierta forma, puesto que ambos llegan a darse cuenta  que ellas no son perfectas y las perdonan por lo que hacen.
Chip Martin, mejor conocido como el Coronel, fue un personaje que me agrado desde el principio, no trato de decir que sea el mejor personaje del mundo, más en algunas ocasiones hay personajes que te agradan simplemente porque si, y ese es mi caso con el Coronel. Me gusta que lo planteen como un personaje fuerte, de actitud burlona, que además es muy inteligente; aunque creo que lo que más me gusto de él fue su relación con Miles, la cual es descrita en el libro como la de un matrimonio de ancianos. Takumi y Lara, son los otros dos personajes que forman parte del grupo de amigos de Miles  y que para mí no son tan importantes pero la historia no podría funcionar sin ellos. Algo que no entendí, es porque esta  frase de Takumi  es tan popular: “I´m the mother fucking fox”





No puedo decir en concreto que fue lo que no me gusto del libro, porque no considero que sea malo, simplemente la pluma del autor no me gusta. Podría decir que lo que si me choco un poco fue el parecido de los personajes con los de ciudades de papel, pero este fue el primer libro de Green, así que en tal caso serían los personajes de ciudades de papel los que se parezcan a los de buscando a Alaska.






Fue la primera joya de John Green, fue el libro que lo hizo famoso entre los lectores, por el que fue aclamado mucho antes de que Bajo la misma estrella tuviese siquiera esperanzas de ser creado. Como ya dije un poco más arriba, lo considero el mejor libro del autor, no es perfecto pero me hace entender porque tantas personas idolatran este libro, porque se merece la fama que posee, la cual no se ve ligada al cine, se debe a las reflexiones que contiene y a mi parecer a su increíble conclusión.