Amanda Hardy es
la chica nueva del instituto de Labertville, Tennessee. Como cualquier otra
chica, todo lo que quiere es hacer amigas y encajar. Pero Amanda tiene un
secreto. Hay una razón por la que se cambió de escuela en su último año, y por
la que está decidida a no acercarse demasiado a nadie.
Y entonces
conoce a Grant Everett. Él es distinto a cualquiera que haya conocido y Amanda
no puede evitar dejarle entrar en su vida. Cuanto más tiempo pasan juntos, más
desea ella compartirlo todo... incluido su pasado. Pero teme que si le cuenta
la verdad Grant no será capaz de ver nada más en ella.
Porque el
secreto de Amanda es que antes la llamaban Andrew.
Debo admitir que
me gustó mucho este libro, pero… Siempre hay un pero…. Para ser una historia
que toca la transexualidad siento que se queda un poco corta. Les explico.
Yo no soy una
experta en el tema, tampoco he leído millones de historias con protagonistas
transgénero, pero soy una persona que está abierta a conocer más sobre esto,
por lo que cada pequeña oportunidad que se me presenta para conocer más sobre
el tema, la tomo, y esa fue una de las razones que me llevo a leer el libro.
Hasta el
momento, solo había leído el arte de ser
normal, por lo que solo tenía una referencia (en cuanto a libros se
refiere). A diferencia de el arte de ser
normal, If I was your girl no toca en profundidad esto de la transición puesto que nuestra
protagonista ya pasó por ella, es decir, tiene un enfoque totalmente diferente
de lo que es la vida para una persona transgénero, o al menos, eso es lo que
trata de mostrarnos.
Si es cierto,
que en algunas ocasiones nos muestran flashbacks de cómo era la vida de Amanda
antes y durante la transición, en donde podemos ver lo dura que ha sido su
vida, todo lo que ha tenido que enfrentar con los ataques transfobicos que tuvo
mientras estudiaba y empezaba a ser quien en realidad era.
Pero en mi
humilde opinión lo poco que nos muestran de la vida de Amanda antes del inicio de la
historia no es suficiente y nos genera ciertos huecos argumentales, porque tú
como lector debes adivinar o suponer ciertas cosas que no quedan del todo
claras.
Al ir avanzando
en la lectura vas olvidando que nuestra protagonista es una chica transgénero,
lo cual es bueno… De cierta forma, ya que simplemente nos permite seguir el día
a día de Amanda, ver como se adapta a este nuevo colegio, hace nuevos amigos,
va a fiestas y se enamora por primera vez, como cualquier chica normal.
Aunque, ocurren
algunas situaciones en las que siento
que la autora no logro explicarse bien, ya que cuando se escribe sobre este
tema los autores deben abordar ciertas explicaciones para que los lectores que
no tienen tantos conocimientos sobre la transexualidad puedan entender y
aprender.
Más obviando el
hecho de que en algunas ocasiones tuve que recurrir a la ayuda de mi querido
amigo Google… Este libro me dio una tarde súper tierna, a ratos lo sentía más
como otro típico romance juvenil más del montón, pero no uno de los malos, sino
uno de los dulces que te terminan enganchando.
Hum… Ahora que
lo pienso ninguno de los personajes resulta ser muy memorable.
De hecho, este
libro lo leí hace como uno mes o dos y pues… No me acuerdo de todos los
personajes ¡fue tan fácil olvidarme de ellos! Más esto no se debe a mi memoria
de Dory sino a que los personajes no
son muy relevantes para la historia ni poseen mucho desarrollo, tampoco poseen
personalidades muy fuertes o interesantes, y si lo pienso detenidamente, las
amigas de la protagonista son demasiado genéricas. La religiosa, la popular y
bella, la amiga bisexual, la que piensa que la vida es un asco, y la que es tan
dulce como un algodón de azúcar.
Nuestros
protagonistas por otra parte… Si son interesantes, son tiernos, poseen un buen
desarrollo, sus secretos, pero, ambos
suelen ahogarse en un vaso de agua, lo cual te hace rodar los ojos de vez en
cuando, más se adapta a la edad de los protagonistas, por lo que no lo veo como
un gran fallo.
No sé cómo clasificar al
padre de Amanda, en algunas ocasiones lo odiaba a muerte, en otras me parecía relativamente
tierno, y luego me volvía a caer pesado. No sé si esas fueron las intenciones
de la autora para así podernos mostrar la complejidad de la relación que Amanda
posee con su padre, pero de a ratos lo siento algo forzado.
If I was your
girl es un libro muy tierno, pero que peca por ser muy teen y poco complejo, en
donde las situaciones en algunas ocasiones resultan ser muy convenientes, muy
perfectas o ambas.
No trato de
decir con esto de que los libros de temática trans deban ser trágicos para que
yo no los tilde como muy simple y poco realistas, sino más bien creo que no deberían
desperdiciar a un personaje trans que puede ofrecernos una historia muy
interesante con muchos matices en una típica novela para adolescentes.