-->

20 may 2018

Crecer



Hola mis queridos amantes del olor a libro nuevo y café!!
Hoy vengo a hablarles un poco sobre mi ausencia un tanto prolongada en el blog. Supuestamente este año me había propuesto a ser más activa, cumplir un calendario de entrega y todo eso, pero como se habrán dado cuenta, eso no paso.

Crecer no es fácil, de verdad no me imaginaba lo fuerte que es convertirse en adulto. Y la razón por la que me he ausentado tanto, es porque me ha costado un poco acostumbrarme al ritmo de la vida adulta, específicamente, la vida laboral.

Okay, sé que eso sonó mal, pero déjenme explicarles.



En general ya estoy acostumbrada a mi trabajo, a cumplir horario, las entregas de último minuto, los cambios medio extraños de los clientes y todo lo que conlleva trabajar en una empresa de publicidad, por ese lado todo bien, la cosa se complicó y la vida laboral me empezó a abrumar a finales de febrero cuando se me presento una oferta laboral extra a mi trabajo.

Les juro que estos últimos tres meses fueron la cosa más pesada que se puedan imaginar, no tanto por el exceso de trabajo, sino porque no estaba acostumbrada a tener tantas cosas entre manos, aunque debo admitir que se siente genial cuando logras cumplir con todo sin bajar la calidad de tu trabajo. Fue abrumador, pero satisfactorio. 

Cuando estas estudiando o estas empezando en tu campo laboral nadie te explica cómo administrar diligentemente tu tiempo, ni a como equilibrar tu vida laboral con tu vida personal y social, simplemente vas dando palos de ciego hasta que le coges el ritmo al asunto.

Crecer no es fácil. No importa cuánto te lo adviertan o que tan preparado crees que estas, siempre habrá momentos en lo que la vida te empezará a abrumar, pero el crecer te ayuda a entender que esos momentos son necesarios, son estos los que nos dejan enseñanzas útiles para el resto de nuestra vida y nos ayuda a estar más preparados para el futuro.




La próxima vez si publicaré una reseña, que llevo 
un tiempo aplazándola y que ya es hora de que vea la luz.
Por ahora creo que nos leeremos un domingo si, y uno no.
¡Un abrazo muy grande con olor a café!
Bye bye