Su cara lo hace
distinto y él solo quiere ser uno más. Camina siempre mirando al suelo, la
cabeza gacha y el flequillo tratando en vano de esconder su rostro, pero, aun
así, es objeto de miradas furtivas, susurros ahogados y codazos de asombro.
August sale poco, su vida transcurre entre las acogedoras paredes de su casa,
entre la compañía de su familia, su perra Daisy y las increíbles historias de
La guerra de las galaxias.
Este año todo va a cambiar,
porque este año va a ir, por primera vez, a la escuela. Allí aprenderá la
lección más importante de su vida, la que no se enseña en las aulas ni en los
libros de texto: crecer en la adversidad, aceptarse tal como es, sonreír a los
días grises y saber que, al final, siempre encontrará una mano amiga.
Les voy a hablar
un poco sobre el primer libro que me hizo llorar este año, ese que pudo haber
significado mucho para mi si lo hubiera leído estando en primer año de bachillerato
(secundaria en otros países).
Desde hace mucho
tiempo había escuchado maravillas sobre este libro, me daba curiosidad, pero
sentía que aún no era el momento adecuado para leerlo, ahora entiendo que perdí
ese momento adecuado.
La lección de
August es un libro maravilloso para leerlo mientras eres joven, mientras todavía
estas en la escuela y debes enfrentarte a ese grupo de personas que creen que
tienen el derecho divino de pasar por encima de ti, mientras todavía posees ese
miedo tan común de mostrarte al mundo como realmente eres.
No estoy
diciendo, que si lees este libro siendo mayor te vas a perder del mensaje que
trata de dejarte la historia o que no vas a poder disfrutarlo, de hecho, no te
vas a perder de nada, simplemente digo que puede ocurrirte lo mismo que me
ocurrió a mí, me gusto mucho la historia, me pareció muy hermosa, quería llenar
el libro de post its, pero… hasta ahí.
La historia no
tuvo repercusiones en mí, no logro significar algo especial en mi vida, pero no todos los libros que leemos
tienen el poder de cambiar algo en nosotros, más eso no significa que el libro
sea malo o que no tenga el poder de cambiar la vida de otra persona. Recomiendo
este libro con los ojos cerrados, considero que todos deberíamos leerlo en
algún momento de nuestras vidas por los grandes mensajes, reflexiones y frases que
posee.
La gran mayoría de
los personajes de este libro son niños de 10 años, cosa que no me disgusta, de
hecho, me gusta, ya que el punto de vista de estos niños es agradable e interesante,
puesto que usualmente los mayores olvidamos que los niños también pueden formar
opiniones, opiniones que llegan a ser más honesta puesto que aún no están “contaminados”
de todas aquellas cosas que traen
consigo los años.
August no es
nuestro único narrador, existen otros niños que narran su versión de los hechos
y evolucionan en conjunto y gracias a nuestro protagonista. No pienso hablarles
de estos niños ya que siento que sería spoiler, más si les pienso hablar de la
familia de August, empezando por Via.
Via es la
hermana mayor de nuestro protagonista, es una chica que ha tenido que crecer
muy rápido y que suele se dejada en un segundo plano por sus padres, cosa que
ella entiende y no les saca en cara, pero que muy en el fondo le molesta. Via
narra algunos capítulos, estos para mi fueron uno de los mejores de todo el
libro.
Los padres de
August, son los típicos padres, tal vez algo sobre protectores, en especial la
madre, pero que están bien. Siento que no destacaron demasiado pensé que tendrían
un papel más relevante en la historia, incluso me quedé con ganas de una parte
narrada por la mamá o el papá de August.
Hay un personaje
llamado Justin que se encarga de narrar unos cuantos capítulos. Sus capítulos no
son malos, son bastante normalitos, el problema es que poseen errores ortográficos,
además de que toda su parte está en minúscula, cosa que me pareció chocante.
Al principio pensé
que era un problema de la edición que estaba leyendo, yo ya me estaba
preparando para ir a quemar la tienda donde compré el libro cuando me enteré
que esa parte estaba escrita así a propósito, para diferenciarlo de los demás,
esto me pareció más chocante todavía. Creo que existen otras mejores formas de
diferenciar a los narradores.
Otra cosa que
tampoco que gusto es que el libro es demasiado optimista. No tengo nada en
contra del optimismo, pero no creo que todas las personas sean tan buenas como llegan a ser en el
libro.
A pesar de que
creo que existen diferentes puntos de vista, no creo que todos los puntos de
vista de una historia sean malos entendidos, a veces uno de los lados de la
historia hace daño porque encuentra placer en eso.
La lección de
August es un libro que debería ser lectura obligatoria en las escuelas.
Considero que es un libro que los niños (y no niños) deben leer, puesto que nos
ayuda a crecer como personas, nos llena de valores y nos hace cuestionar sobre
algunas cosas que hacemos o decimos sin malas intenciones, más pueden afectar a
otros a nuestro alrededor.
Y sé que se sorprenderán
por la calificación que le di, pero para mí no se merece más, no porque fuera
malo, sino porque para mí no fue más que una linda historia.
Ya
leíste la lección de August? Que te ha parecido?
¡Cuéntamelo
en los comentarios!
¡Un abrazo muy grande con olor a café!
Bye bye
¡Un abrazo muy grande con olor a café!
Bye bye
P.s: Sé que dije
que el libro me hizo llorar, pero no fue la historia en sí la que me hizo
llorar. Fue algo que le ocurre a la
familia de August en la sexta parte lo que me hizo llorar, y no, no fue porque
ese algo era triste, sino porque mi
familia experimento lo mismo durante el tiempo que me estaba leyendo el libro,
por lo que al leer ese algo me sentí tan identificada que no pude evitar
llorar.